¡Madre hay una
sola! Es la exclamación más clara y real hacia ese ser que es insustituible en
nuestras vidas, en nuestra existencia aquí en la tierra. El cariño, el amor, el
esfuerzo y el sacrificio que nos dá, en los abatares de la vida hasta el fin de
su existencia no se olvida jamás de nuestras mentes y nuestros corazones. Y
¡ay! de aquél que no reconoce en vida lo que significa la palabra ¡Madre! Y
después de muerta es cuando se dá cuenta del gran ser que ha perdido.
En esta
memorable fecha nuestra salutación a todas las Madres en su Día y en especial a
las que laboran con tesón en nuestra querida Universidad de Oriente.
Una flor blanca
para las que la tienen muerta y una flor roja para quienes la tienen viva. FELICIDADES.
Cumaná, 10 de mayo de 2012
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